‘El depurador’, breve y concentrado montaje de Sara Antonia Coronel, es un violento sumergirse en el pensamiento del filósofo ecuatoriano Rafael Bustamante. La experiencia de lectura de este texto deja más que nada preguntas sobre la historia de Ecuador, sobre el problema de la identidad, y sobre la relación entre filosofía y nacionalismo.
Fotografía por Jean-Pierre Olivares.
El Depurador: Rafael Bustamante y la filosofía de inicios del siglo XX
A la infantilidad americana le causa dolor agudo de cabeza el pensar filosófico como a los salvajes todo esfuerzo mental. América es un ambiente mortal para el pensamiento. No ha habido filósofos en América. Y en el Ecuador, pueblo azotado como ningún otro por los males de la raza y la naturaleza, la carencia de filósofos es quizá más notable que en los demás. Sólo existen chispazos sueltos y esporádicos de pensamiento. Cuando la necesidad es apremiante —hambre, vivienda, abrigo, sustento— no se está para filosofías.
Por esto, ingenuo lector, ¿crees que nuestras épocas se distinguen? ¿Crees que no estamos enlazados? Me compongo de material eterno. Mucho tienes de mí. Te hablo desde el Itchimbía a tí, gusano de luz, que gustas del vicio si te resbalas. Te hablo a ti lector sedentario, meditativo, retraído y misántropo. Lector, ¿cuál es tu fondo? Si te encuentras en el fondo religioso de Quito probablemente seas artista con dotes singulares para la pintura, la escultura, la música: tu medio te estimula y obliga a llenar iglesias y conventos de obras para santos. O posiblemente te creas filósofo e imites la virtud de Marianita de Jesús. ¿Te molestas si te digo místico, resignado y triste gusano? Vano afán el tuyo. Vano afán el de destruir por completo algo. Esa falta de valor, audacia y constancia te viene del indio y la mediocridad te viene del conquistador.
¡Cambia, lector! ¡Cambia conmigo! ¡Soy conocido como el “sembrador de ideas”, el “oráculo de las multitudes” y “depurador” de los conceptos! ¡Permite que delicadamente te reforme el alma! Conmigo aprenderás a calmar esa violencia revolucionaria, apaciguarás tus impulsos, armonizarás tendencias y regiones. Conmigo serás renovación, tranquilidad, armonía, unidad, síntesis. Serás el corazón de la patria.
El siguiente texto se compone de varios fragmentos de la obra de José Rafael Bustamante, sus biógrafos y ciertos enlaces ficticios. Rafael Bustamante (1881 -1961) fue considerado por su círculo intelectual como el filósofo de la época. Su primera novela “Para matar el gusano” se publicó en la segunda década del siglo XX. Escribió varios ensayos en revistas como “Letras”, la “Revista de la Sociedad Jurídico-Literaria” y la “Revista América”. Hay que subrayar que quienes han escrito en las revistas del siglo XIX e inicios del XX se pueden definir normalmente como “hombres de letras”, en este sentido, estudiar sus ideas en objetos materiales permite sumar elementos de análisis a la esfera de producción y circulación de ideas en las primeras décadas del siglo pasado. Rafael Bustamante forma parte de un grupo de escritores que pensaron un cánon literario y filosófico para la cultura y su devenir.
Sara Antonia Coronel (Quito, Ecuador, 1991) Estudió los últimos diez años de su vida filosofía e historia. Le intrigan las ficciones y los laberintos que habitan en aquellas disciplinas. Así, observa a los textos como laboratorios del tiempo y a las ideas como brotes del cuerpo. Fatalmente, ha renunciado a los gatos. Es cofundadora de fenomeno.filosofia, un espacio de divulgación alrededor de la filosofía, donde se realizan diversos talleres.
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